Vaya historia, oski, menos mal que acabó de buena forma, pero menudo susto...
Sobre la pérdida de asistencia de la dirección, el volante puede moverse y el coche NO se queda sin dirección, lo que pasa es que CUESTA UN GÜEVO, probad a parar el motor en una cuesta (no exagerada) a baja velocidad y tratar de maniobrar el volante, hay que ser Conan el bárbaro para hacerlo, pero poderse se puede. Ojo con la prueba, que también se pierde la asistencia a los frenos, lo que significa, al igual que con la dirección, que el coche sigue frenando, pero hay que subirse encima del pedal.
Al fin y al cabo, en los coches modernos todo el mecanismo de la dirección se ha organizado de forma que resulte más estable, segura y directa, lo que forzosamente endurece la dirección de forma considerable, pero como está asistida, no tiene importancia... hasta que falla la asistencia, claro. ¿Cómo se puede hacer la dirección más estable y cómoda? Pues fácil:
-Con los reglajes de cotas: aumento del avance y la salida, generalmente, lo que hace que la dirección mantenga la posición recta y retorne ella solita después de los giros.
-Menos vueltas de volante para girar, aumenta la comodidad y la inmediatez de la respuesta de la dirección, pero hay que hacer más fuerza para moverla.
-Volante más pequeño, queda más bonito y cómodo, pero ejerce un menor par de fuerzas al moverlo, lo que ha de suplirse a base de "brazos".
-Los neumáticos más anchos mejoran la estabilidad y la comodidad, pero ejercen una resistencia considerable para girarlos.
Un saludo.