Álguien posteó ayer que no le gustaban los colores de los taxis de Barcelona.
A lo que yo respondí algo así como que para gustos los colores.
Que a mí sí que me gustaban, además les daba ese toque único y deferenciador de taxis de algunas ciudades, tales como los negros de London o los amarillos de New York.
También comentaba que antiguamente los taxis de las ciudades importantes de España solían ser todos de color negro con una línea longitudinal, de punta a punta, de un color específico cada ciudad, como por ejemplo los de Madrid que era roja y los de Zaragoza era amarilla.
¡Ah!, se me olvidó mencionar a los de Sevila, que eran también negros con una línea amarilla muy ancha, diría que el doble de ancha en comparación con los de Madrid y Zaragoza.