Completamente de acuerdo con vuestras opiniones. Simplemente añadir que el lugar elegido no esté muy apartado de la "civilización", porque con los niños pequeños ya se sabe, los cambios a veces les pueden afectar (algún resfriado, diarrea, etc) y mejor para eso tener cerca una farmacia, o, exagerando un poco, algún centro médico. No es que te quiera meter miedo ni desanimarte, ni mucho menos, no tiene por qué pasar nada de eso, pero igual puede afectar a los niños que a los mayores.
Y además, si el sitio está a las afueras, podéis ir paseando al centro, a visitar el pueblo, algún parque, etc, y luego volver tranquilamente a casa.