Yo con la Madre pegué un bordillazo, que me cargué el trapecio. El TR sólo pagó el lado dañado.
Un seguro de automóvil sólo cubre los daños, estrictamente, no es como en los de hogar que te cubren (más o menos, con sus dimes y diretes) la estética (los azulejos, por ejemplo en caso de escape, se cambian completos si no hay iguales): sí ya sé que no es lo mismo, pero sirva de comparación.
O sea que nada de lo del título, y menos por parte del taller.
Pero se podrían haber marcado el detalle de preguntar si querías cambiar a tu cargo el otro, no por lo económico que estás a tiempo, pero sí por las incomodidades de dejar de nuevo el coche