Si fuera tuya la culpa y hubieses tenido el coche a todo riesgo, deberías estar a lo establecido en tu póliza, pero como la culpa es del otro y por tanto de su seguro, no tienes ningún contrato con ellos y puedes reclamarles lo que estimes conveniente: o dinero o sustitución del coche por uno similar. El único inconveniente es que quizá no accedan a tus pretensiones y tengas que acabar en juicio, en este caso te recomiendo que procures examinar antes el atestado del accidente, no sea que en el mismo se ponga de manifiesto alguna circunstancia en tu contra (por ejemplo el exceso de velocidad), porque entonces convendría valorar esto antes de acudir a juicio, por si en la sentencia se apreciara concurrencia de culpas, lo que siempre rebajaría la indemnización que podrías percibir.
Un saludo.