El domingo llevé a mi madre al pueblo. Necesitaba unas zapatillas para los nenes, así que hoy aprovechando que bajamos a Plasencia le hice una visita a la tienda a Sergio. Compré las zapatillas (bueno, las compró la abuela; por cierto, ¡qué pedazo de precio más bueno!), pasamos a saludar a Merche y nos tomamos una cervecita rápida antes de que yo tirara para Madrid.
No hay fotos del evento, pero tengo la prueba...