Cuando se acabó el timo de la estampita en la calle, llegó internet. Un mundo nuevo abierto a delincuentes y mangantes lleno de inocentes usuarios que nunca habían sido estafados. Por eso hay que estar siempre alerta. Hasta alguien que nunca creería que fuera a ser timado, ha sido ¿no Miguel? (el recien casado)
En la red se aprenden muchas cosas, muchísimas. Entretiene más que la tele (creo que las tarifas planas tienen mucha culpa de la baja natalidad
) pero también puedes salir escaldao si no tienes cuidado.
Por eso: ni en la calle ni aquí te fíes de tu sombra. Si puede, te va a engañar.