Los neumáticos de lluvia se cortan o moldean con un dibujo inscrito en la banda de rodadura. Esto permite al neumático evacuar el agua que queda atrapada entre la superficie y el neumático. Si ese agua no se retira, el automóvil experimentará un efecto conocido como aquaplanning, pues el caucho perderá el contacto con el suelo. Estos surcos no ayudan a mejorar el agarre, como se cree generalmente. Aunque sean estrechos o poco profundos, el agarre empeorará pues la goma no hará un buen contacto con el suelo. Los patrones de dibujo están diseñados para desplazar el agua tan rápidamente como sea posible hacia los bordes o hacia unos canales especialmente diseñados para dicha función en el centro del neumático. No todos los patrones son iguales, pues dependen del uso que se le vaya a dar. Dicho dibujo también está diseñado para generar calor cuando se le aplican fuerzas laterales para mejorar el agarre del neumático.
La mayoría de estos neumáticos tienen una banda de rodadura pensada para actuar en un solo sentido de giro. Si se usan en sentido contrario, provocarán un efecto contraproducente