Una conductora es multada por tocarse el pelo en una rotonda Los Mossos creyeron que estaba hablando por el móvil y cuando vieron que no era así se inventaron la sanción
A María Luisa Porcel le costará olvidar la mañana del pasado 19 de abril. Según ha denunciado ella misma esta mañana en el programa El món a Rac1, conducía su volkswagen golf por una carretera cercana a la localidad de Llinars del Vallès cuando, en una rotonda, una unidad de Mossos d'Esquadra le obligó a dar la vuelta y a estacionar su vehículo. Según parece, el cuerpo policial detectó que la conductora estaba utilizando el teléfono móvil mientras conducía por lo que decidieron actuar. El problema es que ese día María Luisa no llevaba en el coche ningún teléfono móvil. "Les dije que era absurdo, que mi móvil estaba ese día en casa e incluso les di la posibilidad de registrar el vehículo o de que me acompañaran a casa para mostrarles el teléfono", asegura la afectada.
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Ante la falta de pruebas por la supuesta sanción, la conductora les invitó irónicamente a multarle por tocarse el pelo "porque otra cosa no podía ser". Los Mossos, ante la indignación de María Luisa, le cogieron la palabra y acabaron sancionándola por "conducción del vehículo sin mantener la propia libertad de movimientos" y por "tocarse el pelo en una curva suave", tal y como refleja una copia de la multa que adjuntamos con esta noticia.
La afectada no dudó un instante en acudir a la comisaría de Mollet del Vallès a pedir explicaciones. El máximo responsable del centro calificó la multa "de vergonzosa" e invitó a María Luisa a recurrirla por considerar que no estaba justificada. "Ellos mismos se quedaron sorprendidos y me reconocieron la posibilidad de que esa multa fuera un simple capricho de los mismos Mossos", asegura la conductora sancionada.
Una multa de 40 euros
Diferentes juristas consultados por este medio aseguran que el código de circulación contempla la sanción por conducir sin tener las dos manos en el volante aunque manifiestan que de cumplirse esta norma de forma exigente "más del 99% de los conductores serían multados constantemente".
Para más ironías de la vida, María Luisa trabaja profesionalmente conduciendo un camión y en siete años nunca había sido sancionada por cometer alguna infracción. "Siempre podré decir que mi única multa ha sido por tocarme el pelo", concluye María Luisa con ironía. El pasado año ya se dio un caso similar cuando un conductor fue multado por la Guardia Urbana por conducir mientras comía un croissant. El infractor se vio obligado a pagar una multa de 60 euros, 20 euros más de los que contempla la multa de María Luisa.
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