Lo que lees. Resulta que en los 9.000 millones de euros que GM invertirá hasta 2012 en la creación de 20 nuevos modelos para Opel, se incluyen los presupuestos de dos vehículos híbridos-eléctricos E-Flex. Pocos detalles hay que podamos contaros. Sabemos, sin embargo, que serán fabricados en Alemania. Uno de ellos será la versión de producción del Opel Flextreme, y el otro un modelo todavía más grande.
El sistema E-Flex, como puede que recuerdes, se basa en el mismo principio que el tren propulsor del Chevrolet Volt, y está formado por dos motores. El primero, de explosión, puede ser una unidad de pequeña cilindrada a gasolina, gasoil, etanol E85 o incluso hidrógeno. En lugar de mover el vehículo, dicho motor tiene el cometido de cargar un paquete de baterías de alta capacidad, aunque también es posible conectar el automóvil a un enchufe si se desea un funcionamiento 100% eléctrico. Adicionalmente, tecnologías de apoyo como el sistema de frenada regenerativa ayudan a reducir el consumo de energía.
Ahora mismo resulta muy arriesgado ponernos a predecir si los nuevos vehículos E-Flex se comercializarán con el 100% de las posibilidades avanzadas por el modelo conceptual Flextreme, pero viendo los rumores que rodean al Volt, no nos extrañaría si para reducir costes GM optara por lanzar inicialmente modelos puramente eléctricos, sin motor de explosión. Lo que sí parece seguro, es que ambos automóviles utilizarán la nueva arquitectura compacta de GM que servirá para dar forma a la próxima generación del Astra.
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