Os dejo un artículo que viene de perlas. A ver si se os quitan las ganas de mangar wifi al vecino.
Fuente:http://cajonevera.wordpress.com
Redes wifi abiertas de usuarios despistados, o no tan despistados.Antes de nada y para que quede claro de que estoy hablando, entiendo por “red wifi abierta”, una red inalámbrica sin ningún tipo de autenticación ni encriptación, a la que puede acceder cualquiera a través de un adaptador inalámbrico.
Hace unos días salío publicada la siguiente noticia, el titular lo dice todo, “Detenido por piratear el Wi-Fi de un vecino”. Y no es la única, cada día aparecen más y más casos. Se puede pensar (lo digo porque yo es lo primero que hice), que culpa tiene uno si recibe señal de una red abierta, y se conecta; y es verdad y sinceramente creo que esto no debería ser ilegal, si presuponemos la buena voluntad de la gente. Pero, ¿todo el mundo tiene buena voluntad?.

El wifi abierto es algo más que un despiste de algunos usuarios poco precavidos, es algo más que tener internet gratis; es una coartada perfecta para todo tipo de delitos informático y no informáticos, y pongo algunos ejemplos:
* El primero es más que un ejemplo ya que en Londres ya se han dado casos. Algunos pederastas han dejado sus redes wifi abiertas voluntariamente, de esta manera podían subir y bajar información a su antojo, teniendo siempre el salvoconducto de que ellos no son los que han realizado esos movimientos. Ya que al estar conectados a su red wifi abierta hubiera podido ser cualquiera.
* Lo mismo podría hacer alguién que halla cometido algún tipo de delito informático.
* Y dándole la vuelta a la tortilla. Alguién podría cometer un delito informático empleando la red de otro, y si sucede, ¿a quién se inculparía?.
* También sería posible emplear redes wifi cebo. Es decir, alguién deja la red abierta, con el fin de que otros se conecten a su red para acceder a su ordenador. De esta forma podría obtener datos personales. Pero entonces quién es el que comete el delito el que emplea la red de otro, o el que se conecta a un ordenador en su red. Complicado ¿no?.Y son sólo algunos de las aplicaciones malévolas que se les puede dar, y de que el anonimato de las redes wifi abiertas es un arma de doble filo. Pero entonces, ¿quién es el responsable?, a ¿quién metemos en la cárcel?. Yo señalaría a los gobiernos como principales responsables, pero no culpables. Si en cambio son culpables de la escasa rapidez con la que reaccionan ante las nuevas tecnologías.
Los gobiernos tienen la sartén por el mango, como se suele decir. Ellos podrían instar a los fabricantes a que sus productos no contemplarán esta posibilidad. Pero esto no es tan fácil, ya que sería ir contra el mercado, y siendo realistas el problema, de momento, no es tan grave. Por lo tanto de momento se limitan a las sanciones ejemplarizantes en contadas ocasiones, a mi entender inútiles en su intención disuasoria.
Otra posible actuación, que me parece también razonable, sería la educación y la información. Aunque cada vez es mayor la cultura informática del usuario, siguen existiendo usuarios que por desconocimiento dejan sus redes abiertas, esto se podría solucionar con cursos gratuitos de informática a los ciudadanos. Además se debería dar más información general a los usuarios del uso de estas redes, y sus peligros.
También está en mano de los operadores distintas actuaciones, para que usuarios que por desconocimiento tengan sus redes wifi abiertas, sean informados de esto, con sus posibles consecuencias claro está. No es una medida demasiado complicada técnicamente ni logísticamente, sin embargo no se suele realizar por las operadoras. Cuando es un motivo de degradación de la calidad del servicio de la conexión. Y en consecuencia una posible fuente de malestar del cliente, por no dar la calidad de servicio contratada. Supongo que es una cuestión de política reactiva o proactiva en este sentido.
Quizá sea una valoración totalmente personal, el hecho de que un futuro no demasiado lejano las redes wifi abiertas dejarán de existir. Pero creo que hay motivos más que suficientes para empezar a tomar partido en el asunto. Porque las redes wifi abiertas pueden no ser tan inocentes como parecen.
Como conclusión final: Conectarse a la red wifi abierta del vecino, no está mal ni debería ser un delito, pero la problemática va más allá. Y es que quién dejaría a la puerta de su casa, su coche con las llaves puestas. Cualquiera podría cogerlo, atropellar a alguien, y a quién señalarían primero como culpable. ¿La solución?. Educación e información son posibles soluciones.