Solo puedo decirte que tengo dos perros, y mi padre otros dos. Cuando tuve que sacrificar , o mas bien dejar en la camilla al labrador de mi padre lloré como si uno de mis mejores amigos se hubiera ido. Estaba en pleno centro trabajando y me tenia que meter en los servicios de los bares a llorar.No son personas , pero igual da. Para mí, uno mas.
Lo siento y espero que poco a poco vaya paliándose esa perdida, que no es nada facil de superar.
UN abrazote compi!