Hoy día he dejado mi Zafira en el concesionario para que, no solamente los que me lo vendieron lo examinen, sino también los técnicos de la Opel en Suecia.
He tenido una cantidad de problemas inexplicables que parece de película.
Ahora tengo que andar con uno prestado... un Citroén C3, hasta que me devuelvan el mío o, mejor sería, uno nuevo.