Nacho, si se estropea el eje de un inversor (es simplemente un rodamiento) de la correa de la distribución, se queda bloqueado y rozando contra dicha correa hasta que la parte, lo que sucede en pocos minutos. Una vez rota la correa de la distribución el motor se para instantánemente, con lo que no dá tiempo a que se sobrecaliente el motor. Ten en cuenta que esta correa arrastra el árbol de levas y la bomba inyectora, elementos indispensables para mantener en funcionamiento el motor.
Lo malo de la rotura de la correa, es que el motor aún gira unos instantes por la inercia del coche, mientras que el árbol de levas se queda detenido y pisando algunas de las válvulas de admisión y escape, que quedan entonces abiertas y los pistones que aún siguen subiendo y bajando golpean contra ellás, doblándolas. Es una avería que siempre tiene reparación, pero si te han sustituído el motor, mejor aún.
La existencia o no del termómetro de temperatura es un tema bastante secundario. De hecho en muchos coches modernos que todavía lo llevan, no marca la temperatura real, sino que permanece siempre en el mismo sitio y la aguja solo sube si la temperatura alcanza cierto valor, generalmente elevado, debido a que el indicador no está gobernado por una sonda térmica, sino por la centralita electrónica de la inyección. Esto es lo que han acabado haciendo los fabricantes hartos de que muchos usuarios de sus vehículos se quejen de las continuas oscilaciones de la temperatura del motor, siendo estas COMPLETAMENTE NORMALES, lo habitual en un motor es que su temperatura varíe entre 85º y 110ºC, dependiendo de las condiciones de uso: carga, temperatura ambiente, subida de cuestas, velocidad, etc.
Un saludo.